Extraido de "El camino del qigong. El arte y la ciencia de la curación energética china" de Keneth Cohen:
“La práctica regular del qigong aumenta la flexibilidad, trabaja la fuerza, y aumenta el equilibrio y la coordinación. Fortalece el músculo cardíaco e incrementa el volumen de bombeo de manera que lo tejidos se oxigenan más, optimizando la eliminación de desechos. Baja la tensión sanguínea alta. Un aumento del volumen de sangre que llega al cerebro mejora el funcionamiento general de este, pudiendo mejorar la memoria, retrasar la senilidad y aportando estabilidad emocional. La reducción del estrés produce una disminución de las hormonas adrenales, responsables en parte de la perdida de recuerdos. La respiración diafragmática utilizada en qigong masajea los órganos digestivos mejorando la digestión. Con algunas técnicas se produce una mejora en el tono muscular de los músculos relacionados con la evacuación pudiendo mejorar las hemorroides y el estreñimiento. Mejora los aspectos mecánicos de la digestión fortaleciendo los músculos que empujan el alimento a través del tubo digestivo pero también los aspectos químicos ayudando a la descomposición de los nutrientes y promoviendo la eliminación de bacterias patógenas. El qigong tiene también unos beneficios evidentes sobre el aparato respiratorio. La práctica continuada hace que el ritmo metabólico disminuya, el corazón y la respiración se ralentizan porque son más eficientes en su función. La respiración tiende a hacerse utilizando el abdomen, fortaleciendo la musculatura de esta zona. Mejora el asma y la bronquitis asmática.
Mejora el sistema inmunitario y es utilizado en casos de cáncer, junto a la la quimioterapia y la radiación ya que , atenúa los efectos secundarios negativos de estas.
Mejora el sueño, la visión y la audición. “
Recomiendo muchísimo por cierto el libro del que está extraído este texto casi al pie de la letra.
Personalmente y según mi experiencia añadiré que existe un beneficio muy importante en el estado de ánimo. Nos encontramos más centrados, más seguros de nosotros mismos, también con mejor humor, más autoestima incluso.
Ahora bien, que nadie piense que con hacer un par de clases se va a encontrar fenomenal, feliz, guapo y se le van a ir los dolores de espalda. Los beneficios que mencionamos aquí se obtienen de manera lenta y gradual. Además creo que el chikung es algo que nunca se aprende del todo sino que siempre se puede llegar un poquito más allá, y cuanto más allá mejor nos encontramos. Se necesita constancia pero la recompensa es valiosísima. Otro punto importante a considerar y que también se menciona en este libro es el hecho de que el practicante de chikung cuenta con un poderoso sistema para cuidarse en caso de enfermar. De alguna manera podemos tomar el control y la responsabilidad hasta cierto punto de nuestra salud. ¿Cuanta gente cae enferma gravemente (estoy pensando en el cáncer que por desgracia a veces le toca a quien por estilo de vida no se lo merece pero puede aplicarse a cualquier enfermedad grave) y aún teniendo una voluntad y ganas de vivir fuertes cae en el desánimo por falta de un método para cuidarse a si mismo.
Para esta gente el chikung es un regalo. Saben que por muy mal que estén, van a poder seguir luchando (pues tienen un método)y cuanto más luchen más posibilidades de curación tendrán. Además en caso de que todo vaya a peor y no haya posibilidad de curación el beneficio psicológico-espiritual del chikung puede ser muy importante a la hora de aceptar la propia muerte con dignidad y serenidad, como también puede serlo un aumento de la calidad de vida de los últimos meses de vida. Si alguien está interesado en este tema en concreto le recomiendo que investigue a Carl y Stephanie Matthews Simonton, una psicóloga y un oncólogo que han hecho muchas investigaciones en el campo de la psiconeuroinmunología. No utilizaban chikung propiamente dicho, pero si técnicas de visualización muy parecidas a las utilizadas en chikung.
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