Beneficios de la práctica
“La práctica regular del qigong aumenta la flexibilidad, trabaja la fuerza, y aumenta el equilibrio y la coordinación. Fortalece el músculo cardíaco e incrementa el volumen de bombeo de manera que lo tejidos se oxigenan más, optimizando la eliminación de desechos. Baja la tensión sanguínea alta. Un aumento del volumen de sangre que llega al cerebro mejora el funcionamiento general de este, pudiendo mejorar la memoria, retrasar la senilidad y aportando estabilidad emocional. La reducción del estrés produce una disminución de las hormonas adrenales, responsables en parte de la perdida de recuerdos. La respiración diafragmática utilizada en qigong masajea los órganos digestivos mejorando la digestión. Con algunas técnicas se produce una mejora en el tono muscular de los músculos relacionados con la evacuación pudiendo mejorar las hemorroides y el estreñimiento. Mejora los aspectos mecánicos de la digestión fortaleciendo los músculos que empujan el alimento a través del tubo digestivo pero también los aspectos químicos ayudando a la descomposición de los nutrientes y promoviendo la eliminación de bacterias patógenas. El qigong tiene también unos beneficios evidentes sobre el aparato respiratorio. La práctica continuada hace que el ritmo metabólico disminuya, el corazón y la respiración se ralentizan porque son más eficientes en su función. La respiración tiende a hacerse utilizando el abdomen, fortaleciendo la musculatura de esta zona. Mejora el asma y la bronquitis asmática.
Mejora el sistema inmunitario y es utilizado en casos de cáncer, junto a la la quimioterapia y la radiación ya que , atenúa los efectos secundarios negativos de estas.
Mejora el sueño, la visión y la audición. “
Recomiendo muchísimo por cierto el libro del que está extraído este texto casi al pie de la letra.
Personalmente y según mi experiencia añadiré que existe un beneficio muy importante en el estado de ánimo. Nos encontramos más centrados, más seguros de nosotros mismos, también con mejor humor, más autoestima incluso.
Ahora bien, que nadie piense que con hacer un par de clases se va a encontrar fenomenal, feliz, guapo y se le van a ir los dolores de espalda. Los beneficios que mencionamos aquí se obtienen de manera lenta y gradual. Además creo que el chikung es algo que nunca se aprende del todo sino que siempre se puede llegar un poquito más allá, y cuanto más allá mejor nos encontramos. Se necesita constancia pero la recompensa es valiosísima. Otro punto importante a considerar y que también se menciona en este libro es el hecho de que el practicante de chikung cuenta con un poderoso sistema para cuidarse en caso de enfermar. De alguna manera podemos tomar el control y la responsabilidad hasta cierto punto de nuestra salud. ¿Cuanta gente cae enferma gravemente (estoy pensando en el cáncer que por desgracia a veces le toca a quien por estilo de vida no se lo merece pero puede aplicarse a cualquier enfermedad grave) y aún teniendo una voluntad y ganas de vivir fuertes cae en el desánimo por falta de un método para cuidarse a si mismo.
Para esta gente el chikung es un regalo. Saben que por muy mal que estén, van a poder seguir luchando (pues tienen un método)y cuanto más luchen más posibilidades de curación tendrán. Además en caso de que todo vaya a peor y no haya posibilidad de curación el beneficio psicológico-espiritual del chikung puede ser muy importante a la hora de aceptar la propia muerte con dignidad y serenidad, como también puede serlo un aumento de la calidad de vida de los últimos meses de vida. Si alguien está interesado en este tema en concreto le recomiendo que investigue a Carl y Stephanie Matthews Simonton, una psicóloga y un oncólogo que han hecho muchas investigaciones en el campo de la psiconeuroinmunología. No utilizaban chikung propiamente dicho, pero si técnicas de visualización muy parecidas a las utilizadas en chikung.
Elementos de la práctica: postura, respiración, mente
1 - La postura.
Normalmente trabajamos un movimiento aunque también a veces una posición estática. Los beneficios del movimiento son evidentes. Allá donde hay movimiento la energía (el qi), la sangre y los líquidos corporales no se estancan, no hay bloqueos y la enfermedad no puede instalarse.
Una correcta posición estática mantenida favorece la relajación y la meditación. Además, permite un reajuste preciso de la postura, una reeducación de la manera que tenemos de sentarnos o estar de pie.
2 - La respiración.
La respiración tiende a ser cada vez más profunda, utilizando más la capacidad pulmonar que tenemos y no usamos, movilizando más el diafragma respiratorio, que tiene mucha tendencia a bloquearse relacionado con estados de ansiedad crónicos. Además si creamos un ritmo conjunto de movimiento-respiración favorecemos inmediatamente la relajación.
3 - La mente.
Enfocamos nuestra mente en cosas concretas con un objetivo múltiple. En primer lugar para evitar distraernos. Trabajamos con un anclaje que nos permita volver al aquí y ahora cuando notamos que nuestros pensamientos empiezan a divagar. En segundo lugar, este anclaje normalmente es una zona de nuestro cuerpo: un punto, un meridiano de acupuntura, o un centro energético. Esta comprobado científicamente que dirigir la intención mental a un área concreta del cuerpo hace que se produzcan cambios en la zona. Aumenta la irrigación sanguínea porque los vasos se dilatan, por tanto la zona se calienta, se oxigena más. También aumenta la actividad electromagnética. Todo esto se expresa en el paradigma de la energética oriental diciendo que a esta zona acude el qi, la energía. Se dice por tanto que la intención mental dirige la energía (el qi).
Otro sistema sería utilizar como elemento para concentrarnos el propio proceso respiratorio y su sensaciones asociadas, combinando así la respiración y la mente. Se observa que cuando se efectúa este trabajo el ritmo respiratorio baja, y asociado a él, parece bajar la velocidad a la que se suceden los pensamientos ordinarios, siendo probablemente este método el más conocido de introducirnos en lo que se conoce como meditación.
¿Qué es el chikung?
El qigong (pronunciado chikung) comprende un conjunto de ejercicios y técnicas de origen chino destinadas a mejorar la salud en general.
Su significado literal en chino es qi=energía, y gong= trabajo, por tanto “ trabajo con la energía” o “trabajar la energía”, si bien esto es una simplificación ya que la traducción del concepto de qi entraña dificultades a los expertos y se proponen traducciones alternativas como “aliento vital” y otras cosas bastante abstractas. Lo cierto es que en nuestra tradición cultural nos hemos preocupado poco de ese tipo de cosas y por eso hoy en día mucha gente ni siquiera contempla que pueda existir algo como el qi. Esto es totalmente lógico si pensamos que ni siquiera existe una palabra en nuestro idioma (tampoco en inglés, francés, italiano, alemán, etc, que yo sepa) para designarlo. Los chinos (no solo ellos también en Japón se habla de ki y en india de prana) conservan sin embargo desde hace siglos una palabra para designar “eso” y se han dedicado a observar los beneficios de trabajar sobre él.
A lo largo de la historia los estudiosos y practicantes del qigong eran a menudo médicos y artistas marciales, que trasmitían los conocimientos directamente de maestro a discípulo, existiendo en muchos casos un enorme secretismo, derivado del poder que estos podían otorgar.
Afortunadamente para nosotros hoy en día gran parte de estas técnicas se han popularizado y están a disposición de quien quiera beneficiarse de ellas con su práctica.
Para realizar este trabajo con eficacia se proponen un conjunto de técnicas y procedimientos relacionados con la postura y el movimiento (el cuerpo), la respiración (cuerpo y mente) y la concentración (la mente).
Si observamos a un practicante qigong o tai chi (una forma particular de qigong) seguramente parecerá evidente el beneficio que esa persona está produciendo sobre sus articulaciones, ligamentos y músculos, como cualquier tipo de gimnasia. Lo que a lo mejor no es tan evidente es el trabajo que estará realizando en el flujo energético de sus sistemas corporales, dado que el qi no es visible.
“La energía del cuerpo humano constituye la base de nuestra salud. Cuando esa energía alcanza su nivel más alto, el sistema inmunitario funciona a pleno rendimiento. Si la energía disminuye nos volvemos vulnerables. La energía es esencial en la curación. Esta energía puede llegar de muchas maneras, pero en el fondo son nuestras propias reservas de energía las que generan la fuerza interna que nos permite conservar la salud y superar la enfermedad. La energía es la base de la vida. Sin ella moririamos. Todas las células de nuestro cuerpo necesitan energía para vivir. Gracias a ellas se mantienen en constante movimiento, se reproducen y renuevan continuamente.” (Extraido de “El poder curativo del Chi kung” del maestro Lam Kam Chuen)
Por ello la ciencia moderna se ha parado estudiar el fenómeno del qi, llegando a resultados interesantes.
“La mayor parte de las evidencias sobre las correlaciones cuantificables del qi se han acumulado alrededor del fenómeno de la bioelectricidad. Si bien el qigong causa cambios físicos evidentes (relajación muscular, respiración y postura relajadas), algunos de sus efectos curativos más poderosos son debidos a su influencia sobre la energía electromagnética del cuerpo. Un cuerpo sano genera una energía sana y de manera recíproca una bioelectricidad (qi) sana generará un cuerpo sano” (extraído de “El arte y la ciencia de la curación energética china” de Kenneth S, Cohen).
La práctica del qigong está recomendada a cualquier edad. Mucha gente comienza a practicar a edad avanzada si bien, por acumulación sus efectos serán mayores cuanto antes se empiece. Además los ejercicios de qigong se pueden adaptar fácilmente a las limitaciones físicas de los enfermos o incapacitados por algún motivo. La práctica diaria es lo más recomendable y el tiempo a dedicar depende mucho de la personas.
Los momentos ideales serían recién levantados antes de acostarnos y el lugar ideal un parque o por supuesto si fuera posible un bosque. Si no es posible y se ha de practicar en casa es mejor hacerlo en un lugar ventilado, donde se pueda respirar aire fresco del exterior
En mi opinión es indispensable la ayuda de un instructor, por lo menos en las primeras etapas de aprendizaje. Si bien, en poco tiempo, el alumno habría de ser capaz de practicar por su cuenta (o con ayuda de libros, DVD, etc.) con eficiencia.
Cada uno marca su propio camino con la práctica. Si se practica con constancia el cuerpo lo agradece en salud, bienestar, buen humor, relajación, capacidad de concentración y un largo etc.