En el tiempo que llevo practicando taichi y chi kung, de vez en cuando, ha llegado de manera más o menos inesperada la sensación de haber dado un paso importante en la práctica. Algún detalle sutil que de repente se comprende (o se cree comprender) y que parece que nos lleva a una mejor práctica. Alguna sensación en el cuerpo que se corresponde (o no) con algo que se ha leído o que nos han contado que puede ocurrir. En ocasiones creo que son cosas importantes y a veces son asuntos que no llevan a ningún lado.
Es dificil de decir, pues dado que no siempre se tiene a mano un profesor que pueda contestar todas nuestras dudas, solo una práctica constante podrá aclararnos las cosas. También ocurre que a veces olvidamos algo que nos pareció percibir en algun momento o que dió buen resultado y no volvemos a ello hasta tiempo después.
De un tiempo a esta parte llevo un "diario de práctica" donde anoto brevemente este tipo de cosas para no olvidarlas y considerarlas en perspectiva.
En las últimas anotaciones de mi diario hay dos cosas que han merecido mi atención y no debo olvidar.
La primera refiere a la posición de la lengua. Se sabe que durante toda la práctica la lengua se coloca en el paladar para cerrar el circuito energético de los meridianos governador (Du Mai) y concepción (Ren Mai) (pequeña circulación celeste). Ya hace unos años me di cuenta de que cometía una imprecisión al colocar la lengua demasiado hacia delante, tocando en ocasiones los dientes de arriba. Esto, como despues leí, en un libro de Yang Jwing Ming, y ya había experimentado, puede provocar una tendencia a un estado somnoliento desaconsejable para la práctica. Mi sensación es que se produce una"desviación" del circuito energético y el flujo de qi se desplaza hacia delante, hacia los propios dientes y encías (cuando el circuito se dice que va desde el paladar a la lengua y de ésta a la garganta); además de la sensación de "adormilarse".
Últimamente he vuelto a reconsiderar la posición de la lengua, colocándola un poco más hacia atrás todavía, lo cual me está dando buenos resultados. Creo que es un tema que merece considerar y, sobre todo, experimentar.
La segunda es "soltar la cuerda un poco". Se refiere a cultivar una actitud de "juego", de desapego por el resultado obtenido a la hora del entrenamiento. No tiene sentido tratar de realizar una meditación, siendo demasiado inflexible con los propios pensamientos. Hay que permitirsela necesaria libertad, para ser sinceros con nosotros mismos. Si uno está inquieto, habrá que reconocer esa inquietud. Si uno siente pereza y quiere detenerse, observa la pereza como parte de lo que sientes. No de manera intelectual o discursiva (aunque a veces viene bien verbalizar una situación o estado mental para "diluirlo") sino como sensación, como "energía". Una auto-represión del contenido mental , o un esfuerzo de concentración excesivo quizá sean contraproducentes.
El "arte" de la meditación pues, es posible que se halle, en encontrar un equilibrio entre "dejarse ir" y conservar cierto control para no "ir muy lejos" y volver al objeto de meditación (dan tian, por ejemplo, o la observación del propio vacío mental). O más bien en "observar con atención" más que realmente en controlar nada. No se. Me doy cuenta mientras escribo esto que no tiene mucho sentido para mi hablar de ello. Es dificil explicar con palabras las sutilezas de los entresijos de la actividad mental. Solo encontarnos directamente con la sensaciones puede acaso enseñarnos algo.
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