Aquí dejo un estracto de un trabajo recientemente sobre el Tao. Dejo también un link por si apetece leerlo entero.
Link al trabajo entero
La Naturaleza del Tao es misteriosa.
Se dice que al meditar nos acercamos a él,
pero que al pensar en él se desvanece la ilusión de su figura.
Tal es su naturaleza,
insondable e infinito como el océano,
cercano y concreto como cualquier ser que crece.
Vemos sólo sus efectos más no constatamos su realidad.
INTRODUCCIÓN
La intención de este escrito es acaso que reflexionemos de una manera llana acerca del concepto de Tao. ¿Que significa?
En defensa de lo que aquí se cuenta diré que no es fácil hablar sobre el Tao. Acaso sea bastante inútil hacerlo, puesto que su comprensión profunda solo esta al alcance de pocos y no se alcanza leyendo ni escribiendo, sino poniéndolo en práctica.
El taoísmo surge en el periodo considerado más fecundo de la filosofía china, alrededor de los siglos IV y III a. de C. Es una filosofía naturalista, que surge de la contemplación de la naturaleza y de uno mismo. No es una filosofía reflexiva sino intuitiva y práctica. No es ni siquiera una filosofía quizá, bajo el prisma académico occidental. O es una filosofía mística. No prueba nada. No analiza nada. Discute poco o nada, al contrario reniega de la dialéctica. Si en cambio encuentra “verdad” y “sabiduría”, las cuales buscan con ahínco los que se llaman a si mismos filósofos.
Su precursor Lao Tze, escribió un solo libro con 81 poemas relativamente cortos ( “Tao Te Ching” o “El Libro del Camino y la Virtud”). La figura de Lao Tze está impregnada de leyenda. Se dice que su madre lo concibió al contemplar una estrella fugaz y que lo gestó durante sesenta y dos años. Cuando fue dado a luz tendría el aspecto de un anciano. Parece probado que fue un personaje histórico que nació en el estado de Ch´en, de donde fue originario Confucio (que fue posiblemente coetáneo suyo, aunque bastante mas joven). Se piensa que fue funcionario en la capital del estado donde tendría acceso a los textos clásicos de los archivos reales. Al final de su vida, la leyenda cuenta que se retiró a las montañas para disfrutar de una vida simple de ermitaño, y un guardián de la ciudad a su salida quiso que le instruyera sobre algún aspecto de su filosofía (se deduce de ello que ya sería conocido por su ideas) a lo que Lao Tze contestó escribiendo el Tao Te Ching.
Si queremos desentrañar que es el Tao, lo lógico parece ser que vayamos a buscar en su fuente, el “Tao Te Ching”. Al acercarnos a él desde un punto de vista occidental, el texto se muestra un tanto críptico, vago, lleno de misterio. En un primer momento la mayoría quizá dirá: “es bonito, pero no entiendo mucho”. No es, en efecto, un texto para todo el mundo. Es en un contexto de búsqueda espiritual, donde puede, con la interpretación (y quizá inevitablemente una instrucción complementaria) adecuados, servir de ”maestro”, de guía, para alcanzar la sabiduría. (leer más)
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