Recientemente he tenido un accidente en la nieve y he sufrido una fractura bimaleolar. Los maleolos son las "bolas" que podemos palpar a cada lado del tobillo, y forman parte cada una de los huesos largos que van hasta la rodilla: tibia (en la cara interna) y peroné (en la externa). Pues bien; me he roto ambos. El interno ha necesitado de cirugía. Tengo que decir que hacer chikung no me impide tomar decisiones estúpidas, como fue para mi hacer snow board con unas botas que todos los indicios apuntaban a que no eran las adecuadas. Pero una vez lesionado y habiéndome perdonado la imbecilidad, toca recuperarse y ahí si nos puede ayudar. Tras el accidente, vino la operación, en la que no me enteré de nada por la anestesia epidural (de cintura para abajo) y un valium con el que literalmente me eché una siesta mientras me recomponían con dos tornillos. Tras la operación hubo unas 5 o 6 horas en las que seguí sin notar nada. Las piernas se van despertando en un par de horas, pero de rodilla para abajo, en la pierna afectada anestesian de nuevo para darte una tregua despues del trago de la cirugía. A partir de aquí las siguientes horas....fffffffffffff . Aquí se pasa mal. Las sensaciones son extrañas. Yo notaba como si me clavaran un pincho desde el talón hacia arriba y al mismo tiempo me retorcieran el pie hacia los lados por dentro. Poco a poco el dolor hacía que me tensara y eso provocaba más dolor. Los analgésicos hacían su efecto (supongo) pero la sensación era agudísima. En un momento dado me di cuenta de que tenía que romper el círculo vicioso de tensión-dolor, tenía que hacer algo para dejar de sufrir tanto. Me acordé de lo que me decían a veces cuando practicando zhang zhuan empezaba a notar tensiones e incomodidades. La primera reacción es tensar más, protestar, huir. Con trabajo mental podemos cambiar esto a: sentir el dolor con toda nuestra atención, escuchar u observar el dolor durante un tiempo, "meternos dentro" del dolor. Esto puede dar paso a: aflojar, relajar, sentir un alivio. Una vez experimenté esto esto ya vino todo más rodado. Me di cuenta de que debía dedicar todo mi esfuerzo a esto. Me dediqué durante un rato a esto con toda mi atención. Creo que nunca había "meditado" tan intensamente y es que el castigo por distraerse era horrible. Si me concentraba lo suficiente podía mantener el dolor a raya. Logré hasta esbozar una sonrisa en medio de esas sensaciones, notaba el dolor, pero estaba como alejado. Era como si hubiera creado espacio en la conciencia y el dolor no fuera más que una pequeña parte de ella ahora. Esto me recuerda algo que leí (puede que fuera Krisnamurti quién lo dijo pero no lo recuerdo), algo así como que seguimos sufriendo porque no somos capaces de experimentar el sufrimiento en toda su intensidad. La clave para deshacerse del conflicto, del sufrimiento, está en experimentarlo sin mirar a otro lado, es decir con toda nuestra atención.
Por suerte hoy, 19 días después, tengo ánimos para volver a escribir de nuevo. Hoy estuve estudiando taichi todo el día (en silla de ruedas) y estoy muy cansado, pero contento. Al llegar a casa he tardado un buen rato en destensar toda la zona del pie afectado. Me cuesta verdadero trabajo hacerlo, pero lo bueno es que se cómo y gracias al chikung sin duda.
Ya me extrañaba que no escribieras nada. Espero que la recuperación vaya bien.
ResponderEliminarUna recomendación, si te ha quedado una sensación de debilidad después de la operación se puede deber a efectos a largo plazo de las anestesias.
Un gran remedio para ellos es poner en un vaso de agua mineral una gota de vinagre e ir tomando cucharaditas uno días.