Shen.
El shen, tiene su sede en el dan tian superior, en la cabeza.
Como he mencionado se nutre del qi via chong mai y vaso gobernador (du mai).
El shen es el espíritu. Está relacionado con la inteligencia, la personalidad, y el entendimiento. También con la voluntad, y el estado de ánimo,
Un shen estable es en gran parte sinónimo de bienestar psicológico.
Pero, ¿Cómo lo entrenamos?
En primer lugar, como ya he dicho, es necesario nutrirlo, mediante el qi. Haciendo que el qi sea abundante en el dan tian podremos posteriormente nutrir el shen.
En segundo lugar, fortaleciendo el yi. Mediante una intención o yi fuerte controlaremos a la mente emocional, el xin, para que el shen, permanezca en su sede. Si la mente emocional, el xin, se sobrepone a la mente racional, al yi, el shen se dispersa y el pensamiento se torna confuso.
La manera por antonomasia de cultivar el shen y que conjuga las dos anteriores es la práctica de la pequeña circulación celeste.
En el entrenamiento qi gong tiene una gran importancia aprender, mediante la concentración, a proteger, cultivar y reforzar el shen. Para ello, por tanto, debemos entrenar el yi, la intención. A su vez, un shen, fuerte, estable y que permanece en su sede, será capaz de una intención poderosa para guiar el qi, para su nutrición.
Como vemos es un proceso circular, un circuito, en el que todo esta relacionado.
El jing alimenta a qi. El qi nutre al shen. Shen permite que yi guie al qi.
En la práctica el cultivo del shen esta muy relacionado con “limpiar” o “vaciar” la mente durante la práctica, lo que a su vez revierte en una mente racional o yi vigorosa y capaz de dominar la mente emocional xin. A la inversa una mente confusa y agitada no es capaz de almacenar qi en el dan tian inferior y menos de hacerlo ascender al dan tian superior. Por ejemplo, puede que nos encontremos practicando qi gong, con relativa concentración, pero tal vez en un momento determinado, nos entre la pereza y pensemos en dejarlo, para ir a casa a ver la televisión. Quizá nos imaginamos tumbados en la comodidad del sofá y eso nos da ganas de parar. Xin es la mente que genera esa pereza. Yi sería la parte de nuestro pensamiento que nos mueve a practicar tal cual hemos planeado sin dejarnos llevar por la pereza. Por eso se dice que la mente yi ha de controlar a la mente xin.
Un shen elevado se experimenta como una mayor agudeza y claridad mental, la mente está más ingeniosa e inspirada. El propósito último del qi gong es en gran parte ese refinamiento del shen.
Los practicantes de qi gong religioso, taoístas y budistas, aspiraban mediante el entrenamiento a refinar tanto el shen, que este lograra separarse del cuerpo, es decir, alcanzar la iluminación o budeidad.